Hay formas más adecuadas de preparación, yo os hablaré de la común especialmente para hacer pruebas de estado.
Humedecemos el papel (superalfa por ejemplo) en una cubeta con agua unos 15 minutos, hay que ser estrictos con el tiempo, el papel no puede estar ni muy seco ni muy húmedo, hay que lograr el punto intermedio, con cierta humedad pero sin excesos. Cuando tengamos la plancha lista y entintada, sacamos el papel, lo pegamos a una superficie (por la humedad se queda adherido) y le pasamos una esponja suavemente para retirar restos de aire, un poco de humedad y posibles marcas. Tras esto, pasamos un rodillo sobre el papel, para retirar el exceso de agua que ha absorbido. El número de pasadas con el rodillo es variable, debemos juzgar nosotros mismos.
Pasaremos el papel a un papel secante y se frota por encima con un trapo, de manera que alcancemos el grado de humedad óptimo. Podemos hacernos una idea mirando el papel con buena luz, si aparecen brillos es que aún está muy húmedo o simplemente al tacto.
Finalmente, cuando juzgamos que el papel está listo, ya lo podremos situar sobre la plancha, previamente entintada y situada en la superficie del tórculo.
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